Empezaré este escrito
definiendo la palabra ‘matrimonio’ según el diccionario de la real academia de
la lengua española:
1.
m. Unión de hombre y mujer, concertada mediante ciertos ritos o formalidades
legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses.
2.
m. En determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo,
concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y
mantener una comunidad de vida e intereses.
Ahora bien, yo como filólogo,
me iré un poco mas allá, y le indicare la etimología de esta palabra, que proviene
del latín matrimonium. Esta voz, en
su origen, se encontraba formada por las raíces latinas matr-, procedente del vocablo latino mater, matris, que
significa ‘madre’, y por el elemento -monium,
que se empleaba para designar actos rituales o jurídicos.
Etimológicamente la
palabra matrimonio hace referencia al estatus jurídico de una mujer casada, a
la maternidad legal de esta, al derecho de ser la madre legítima de los hijos
de un hombre, y a todos aquellos derechos que a partir de esto se derivaban
para la mujer en la Antigua Roma.
Cabe destacar que, en
latín, la unión legítima de una pareja no recibía el nombre de matrimonium sino de connubium. La palabra matrimonium
evolucionó en el español para convertirse en la forma por excelencia para
designar la unión de dos personas, ante Dios o ante la ley, a través de una
serie de formalidades, para que mantengan una vida común y formen una familia.
Es cierto que la palabra no es una marca registrada de ninguna iglesia y/o religión,
no obstante, la etimología es clara.
Habiendo aclarado eso,
utilizar el concepto de ´matrimonio igualitario´ es incorrecto, pues de acuerdo
con el origen del término per se, era
meramente con fines reproductivos, de modo que, en adelante, nos referiremos a ‘unión
civil igualitaria’ en este artículo.
Es irónico que aquellos
que dicen ser pro familia y apoyar la institución del matrimonio como tal, no
salen a las calles a exigir la penalización del divorcio, pues mas que la unión
civil igualitaria, el mayor enemigo del matrimonio como institución, es
precisamente el divorcio. Es un chiste de muy mal gusto ver abogados, cuyo
negocio por muchos años ha sido divorciar parejas, hablar que el matrimonio y
la familia se respeta. Es importante resaltar que no son todos, pero si la mayoría;
o al menos, los que hacen mas ruido en el acontecer nacional.
Ahora bien, en lo
personal conozco personas que se han quedado junto a personas que no aman,
simplemente por preservar este concepto idealizado (de naturaleza religiosa en
su gran mayoría) del matrimonio y de la familia, a costillas de su propia
felicidad. Se entiende y se les respeta. En ese sentido, por lo que he podio
investigar, el movimiento LGBTQ+ no busca el reconocimiento por parte de la
iglesia (de la religión que fuese) de una unión entre dos personas del mismo sexo,
solo buscan que el reconocimiento ante la ley y que dichas parejas tengas
exactamente los mismos derechos que una pareja heterosexual. Muchas dirán que quizás
esos derechos civiles, o en el tema de herencia y demás, se puede resolver con algún
tipo de contrato o documento legal, sin embargo dichos tramites hoy por hoy soy
demasiado costosos y en este sentido, estaríamos ante una flagrante discriminación
hacia las parejas del mismo sexo, cuando la constitución de la república de
Panamá en el capítulo I ‘garantías fundamentales’, articulo 19 esboza de manera
taxativa ‘No habrá fueros o
privilegios personales ni discriminación por razón de raza, nacimiento, clase
social, sexo, religión o ideas políticas´.
Entonces, ¿Por qué mezclar
un tema religioso con una cuestión meramente legal? Usted al igual que yo podría
no estar de acuerdo con el hecho que dos personas del mismo sexo convivan como
pareja, por considerarlo que va en contra de los perceptos religiosos con los
que fue educado, sin embargo, como ciudadanos debemos ser conscientes que los
derechos humanos y las garantías fundamentales, van por encima de cualquier
pensamiento individualista o dogma. Me parece realmente desatinado por parte de
la iglesia católica, emitir opiniones en relación con este tema, cuando
Jesucristo predicaba el amor, pareciera ser que los líderes religiosos locales
promueven más la desunión y el odio. Jesucristo amaba al pecador, mas no así al
pecado.
Al igual que el Papa
Francisco I, yo siento que Dios no necesita ser defendido por nadie, y menos en
redes sociales o medios de comunicación, tampoco creo que este de acuerdo con
que su nombre sea usado para infundir el terror en otras personas no creyentes (si
se hizo antes o se sigue haciendo por algunas personas que dicen ser creyentes,
eso debe parar inmediatamente). Las religiones no pueden ni deben, ser
utilizadas para incitar a la violencia, al extremismo o al fanatismo ciego.
Vuelvo y repito, el hecho que esto exista aun en este tiempo coyuntural, no
quiere decir por nada del mundo que sea lo correcto.
Otro de los argumentos
que he podido ver de aquellos que se manifiestan en contra de la unión civil
igualitaria, es que se trata de un mal ejemplo para los niños, y que crecerán pensando
que es normal amar a otra persona del mismo sexo, este pensamiento desfasado no
es más que el reflejo de una desconexión total de lo que pasa en el mundo, pues
esos homosexuales que hoy salen a las calles a exigir igualdad, nacieron y se
criaron en un hogar tradicional y religioso, entonces, ¿Dónde estuvo la ‘falla’?
Por eso siempre he dicho que antes de debatir en un tema tan importante, hay
que investigar y razonar de manera coherente. Que no les pase como algunos políticos
que andan pasando pena en Twitter.
¿Estoy a favor de la unión
civil igualitaria? En realidad, estoy a favor que todo ciudadano sea tratado
por igual ante la ley y que no exista discriminación DE NINGUN TIPO, los derechos
humanos y garantías fundamentales no son debatibles, y sinceramente deja mucho
que decir acerca de nuestro país, que la comisión interamericana de derechos
humanos, deban exigirles a nuestras autoridades que fallen en estricto apego al
derecho, y a los convenios internacionales que Panamá se comprometió a cumplir.