Por: Jorge
Morales-Franceschi
El
uso que muchas personas le dan a las redes sociales es sin lugar a dudas un
tema de debate. Muchos tienen Facebook, twitter, Instagram solo para ver las
cosas que publican sus amigos y generalmente no comparten ni opinan sobre ningún
tema. Lo cierto es que muchas de estas redes sociales han venido crear un
detrimento en las relaciones humanas. Antes, se solía llamar por teléfono,
salir a conversar, se iba de visita a la casa de un amigo o de la compañera
sentimental; ahora todo se reduce a una simple sesión de chat por Facebook, un
par de tweets o mensajes por WhatsApp. ¡Oh!, tan querido por muchos y odiado
por otros, el WhatsApp ha venido a desplazar por completo lo ameno que solía
ser las conversaciones telefónicas.
En
el caso de las relaciones amorosas, esta aplicación de mensajería instantánea,
ha traído una serie de dificultades, por ejemplo, aquel muchacho enamorado que
le envía a su novia un mensaje romántico, con muchos emoticones y demás parafernalia
cursi, esta demora una eternidad en responder, o jamás responde; sin embargo,
el muchacho ve que su “gran amor” tiene tiempo para cambiar la foto de perfil,
tiempo para cambiar el estado, e incluso la ve que está “en línea” varias
veces. Y aun así no le responde. Otro motivo de trifulca ha sido la opción de “ultima
vez”, aquella que te muestra la hora y fecha de la última vez que la persona
estuvo “en línea”. Esta opción puede volver loco a cualquier persona que sea extremadamente
celosa o acosadora, imagínense solo el ver a su pareja que la “última vez” que
estuvo “en línea” fue a las 2:35 am.
En
Facebook, la cosa cambia, e incluso se vuelve más problemática. El ejemplo clásico,
aquel muchacho que le dice a su novia, “mi amor, iré a la cama temprano, que
descanses”; no obstante, lo vemos “etiquetado” en un sin número de fotos acabadas
de tomar en las discoteca a las tres de la mañana. Naturalmente que su novia al
ver esas fotos en la mañana, le armara un escándalo, que lo más probable es que
termine con aquel noviazgo. Falta de confianza y sinceridad, pues nadie desea
enterarse por una red social que pueden ver otras personas que tu novio o novia
te mintió sobre su paradero.
También
está el caso de aquel muchacho que postea una imagen graciosa o algún comentario
sobre determinado tema, muchas muchachas que son simplemente “amigas” de él,
comentan y le dan “me gusta” a dicha publicación. La novia, que quizás no sea
una celosa compulsiva, la primera vez lo vera como algo normal; luego de ver
que dicha situación se vuelve repetitiva, se activa el llamado “celosometro” a niveles jamás antes
vistos. Es allí donde comienzan los problemas.
No
quiero que me malinterpreten o que se piense que y odio las redes sociales y
los demás medios de comunicación electrónicos, simplemente, según mi criterio,
se está haciendo un uso indebido de los mismos, en lugar de acercar personas y acortar
distancias, lo que hace es alejarnos de la gente que más queremos e inclusive
llega a mermarnos la posibilidad de conocer nuevas personas. Yo en lo personal,
tengo Facebook, twitter, Instagram, google plus, entre otras; es gracias a
ellas que me puedo comunicar con ustedes mis lectores.
Es
necesario tomar conciencia sobre el uso que cada uno de nosotros le damos a
estos medios de comunicación, en una emergencia, si es imposible llamar un
mensaje instantáneo es lo ideal. En la medida que aprendamos a ser más sensatos
y medidos en el modo que utilicemos las redes sociales, seremos mejores
personas, e incluso, nos ahorremos problemas y/o discusiones sin sentido con
las personas que más amamos.
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