viernes, 18 de abril de 2014

Articulos & Ensayos


Con tan solo un toque

Por: Jorge Morales – Franceschi

Como aquel muchacho que acaba de iniciar su 10 grado de bachiller en ciencias ( conocido comúnmente como cuarto año )  o como aquella emoción que siente una muchacha al ver su nombre y su cedula en la lista de estudiantes aceptados en la facultad de medicina, las cosas buenas siempre llegan a aquellos que saben esperar, y aunque todo sea oscuridad y no podamos ver las cosas claras, siempre hay una luz al final del túnel, siempre hay alguien especial en tu vida que con tan solo un toque, te hará ver las cosas más claras.

Me llamo poderosamente la atención el otro día transitando por una calle de la ciudad, a una señora le acababan de robar su bolso, la gente estaba muy consternada por lo que había pasado, los efectivos policiales llegaron de inmediato, y comenzaron a interrogar a algunos de los presentes con el objetivo de obtener alguna pista y dar con los asaltantes. Sin embargo nadie vio nada, nadie es capaz de dar una seña particular de aquel antisocial, luego sigo caminando y escucho a un seños murmurar: “yo si vi quien fue, pero es mejor no meterse en eso, pues uno nunca sabe que represalias puedan tomar en contra de uno”.

En qué punto de la vida hemos llegado que vivimos muy enfocados en nuestros problemas, que somos incapaces de brindar la mano a algún necesitad, obviamente, todos prefieren cuidarse las espaldas, no obstante, ¿en dónde queda la solidaridad humana, aquellas cosas que antes solían estar bien, porque ahora están mal? mucha de la calidad humana y los valores se han perdido, el consumismo y la monotonía han terminado carcomiendo los buenos valores y los principios que alguna vez tuvimos. Luego viene a un mas a mi atención escuchar gente que dice, ¿Por qué me pasa esto Dios? ¿Por qué tengo tantos problemas? Pues es muy simple, no es posible esperar cosas buenas en la vida si un nunca has sido capaz de hacer alguna bueno y desinteresado por el prójimo, ahora bien, con este escrito no es mi intensión adoctrinar a nadie, pues pienso que para hacer el bien o el mal no es necesario pertenecer a una religión en especifico, es simplemente algo que te nace y ya. He aquí la problemática de nuestra sociedad en Latinoamérica, se ha perdido cierta sensibilidad, esa calidez humana, en la manera que nosotros como ciudadanos, podemos empezar a crear conciencia, a ser un poco más sensibles ante el dolor y la pena ajena, seremos mejores personas, más y mejores cosas vendrán, quizás unos cuantos no podamos cambiar el mundo, pero al menos podemos hacer la diferencia y solo así podremos sentir ese toque de aquella persona especial en nuestra vida, sea un familiar, un amigo o una pareja, si podemos hacer la diferencia y tocar la vida de alguien, entonces podemos decir que hemos dejado una huella en el mundo. 

Una vez alguien me dijo que para saber que dejaste tu huella en el mundo es necesario hacer tres cosas: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, sin embargo, tal vez con cosas acciones más pequeñas, como abrirle la puerta una persona o un simple “buenos días” o “buenas tardes” podemos estar seguros que dejamos un huella en el mundo, que no pasamos desapercibidos.

 

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