domingo, 22 de febrero de 2015

El llamado socialismo y comunismo del siglo XXI


Por: Jorge Morales - Franceschi

El otro día estuve en un foro de discusión sobre la obra "el príncipe" de Nicolás Maquiavelo.  Se debatía sobre el hecho que la obra quizás no esté tan del todo obsoleta a nuestro tiempo y sobre el hecho que quizás a muchos de los gobernantes del mundo les hace falta leer dicha obra, esto en aras de mejorar las formas de gobierno actuales.

Estamos en un mundo, que aún está bajo la zozobra del comunismo; irónicamente, los comunistas llegan al poder con los votos, pero son sacados a sangre y fuego (como cuando Pinochet derroco a Allende en 1973). Ahora podemos decir que hay una especie de "comunismo light" donde los lideres políticos emplean la misma retorica que alguna vez emplearon los grandes líderes comunistas y de izquierda en la historia para llegar al poder, hoy por hoy, con eso consiguen los votos, y luego se vuelve al mismo sistema de sociedad feudal.

Es importante aclarar los conceptos de comunismo y socialismo, ya que mucha gente los tiende a confundir; El comunismo, es una organización social en la que los bienes son de propiedad común, caracterizada por la planificación colectiva de la vida comunitaria, de propiedad privada y de clases sociales fundadas en ésta. La antigua Unión Soviética es un ejemplo claro de esto.

El socialismo, es el control por parte de la sociedad, organizada con todas sus partes integrantes, tanto de los medios de producción y comunicación como de las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas. El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica. Como ejemplo de ello, tenemos países como Cuba, Venezuela, entre otros.

El concepto de "izquierda" se refiere a un segmento del espectro político que considera prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social por medio de los derechos colectivos (sociales) circunstancialmente denominados derechos civiles, frente a intereses netamente individuales (privados) y a una visión tradicional o conservadora de la sociedad, representados por la derecha política.

El mismo discurso socialista de siempre, donde los gobernantes hablan de igualdad de condiciones para todos, gobiernan con puño de hierro, cual dictador fascista y ellos viven en mansiones lujosas, mientras el pueblo trabaja más de 48 horas ( o incluso mucho mas ) para poder sobrevivir a la quincena. Ellos han demostrado que el socialismo funciona, claro, siempre y cuando haya dinero en sus bolsillos.


Entonces, no hay gran diferencia entre un capitalista y un socialista, ¡oh cierto!, el discurso, al final del día, el objetivo es el mismo. 

La ética profesional en el mundo laboral del siglo XXI.


Por: Jorge Morales-Franceschi

Érase una vez, un inteligente y talentoso contador llamado Juan, este muchacho de 25 años llevaba ya 3 años trabajando para una prestigiosa empresa de la localidad. El ansiaba mucho el ascenso a vicepresidente de finanzas, más la oportunidad no se le había dado.  Pasaron los meses, y aquel señor que ocupaba dicha posición (vicepresidente de finanzas) le llegó la jubilación. Juan decidió aplicar para el puesto. El proceso de filtro fue riguroso y al final solo quedaron dos candidatos (más de 50 personas aplicaron); Juan y una muchacha de nombre Paula.

Paula solo tiene dos meses trabajando en la empresa y no esta en primer año de la universidad. Tiene 25 años y es la amante del presidente de la junta directiva de la empresa, quien es precisamente el encargado de nombrar al nuevo vicepresidente de finanzas.

A pesar que Juan tiene la experiencia en el área, la antigüedad en la empresa y los estudios académicos, el presidente de la junta directiva nombró a Paula como nueva vicepresidente de finanzas, solamente por el hecho de ser su amante y de ser una mujer muy hermosa. Esto, a sabiendas perfectamente que quizás Paula no es la persona idónea para ocupar dicho cargo.

Como la historia de Juan hay muchas; pues desafortunadamente es una realidad que se ve en muchas empresas hoy en día.

No puede ser posible que para conseguir un ascenso en una empresa, es requisito indispensable ser agraciado físicamente; ser amigo de parranda del jefe o inclusive verse en la necesidad de indisponer a algún compañero de trabajo con el fin de obtener lo que se desea.


La ética profesional no es algo que se enseña en una universidad, vivimos en un mundo donde la falta de ética termina por socavar las oportunidades de crecimiento laboral del mismo modo que las oportunidades de desarrollo, donde solo sobrevive el más fuerte o el más astuto; tenemos que hacer la diferencia para alcanzar las metas propuestas, sin necesidad de perjudicar a otras personas.