Por: Jorge Morales - Franceschi
El otro día estuve en un
foro de discusión sobre la obra "el príncipe" de Nicolás Maquiavelo. Se debatía sobre el hecho
que la obra quizás no esté tan del todo obsoleta a nuestro tiempo y sobre el
hecho que quizás a muchos de los gobernantes del mundo les hace falta leer
dicha obra, esto en aras de mejorar las formas de gobierno actuales.
Estamos en un mundo, que aún
está bajo la zozobra del comunismo; irónicamente, los comunistas llegan al
poder con los votos, pero son sacados a sangre y fuego (como cuando Pinochet
derroco a Allende en 1973). Ahora podemos decir que hay una especie de
"comunismo light" donde los lideres políticos emplean la misma
retorica que alguna vez emplearon los grandes líderes comunistas y de izquierda
en la historia para llegar al poder, hoy por hoy, con eso consiguen los votos,
y luego se vuelve al mismo sistema de sociedad feudal.
Es importante aclarar los
conceptos de comunismo y socialismo, ya que mucha gente los tiende a confundir;
El comunismo, es una organización social en la que los bienes son de
propiedad común, caracterizada por la planificación colectiva de la vida comunitaria, de propiedad privada y de clases sociales fundadas en ésta. La antigua Unión Soviética
es un ejemplo claro de esto.
El
socialismo, es el control por parte de la sociedad, organizada con todas sus
partes integrantes, tanto de los medios de producción y comunicación como de
las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas. El socialismo
implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y
económica. Como ejemplo de ello, tenemos países como Cuba, Venezuela, entre
otros.
El
concepto de "izquierda" se refiere a un segmento del espectro político que considera prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social por medio de los derechos colectivos (sociales) circunstancialmente denominados derechos civiles, frente a intereses netamente
individuales (privados) y a una visión tradicional o conservadora de la sociedad, representados por la derecha política.
El mismo discurso
socialista de siempre, donde los gobernantes hablan de igualdad de condiciones
para todos, gobiernan con puño de hierro, cual dictador fascista y ellos viven
en mansiones lujosas, mientras el pueblo trabaja más de 48 horas ( o incluso
mucho mas ) para poder sobrevivir a la quincena. Ellos han demostrado que el
socialismo funciona, claro, siempre y cuando haya dinero en sus bolsillos.
Entonces, no hay
gran diferencia entre un capitalista y un socialista, ¡oh cierto!, el discurso, al final del día, el objetivo es el mismo.