domingo, 5 de noviembre de 2017

Todo ha cambiado.


Todo ha cambiado. Aquellas cosas que antes nos causaban rubor, hoy no surten efecto alguno en nosotros. La forma en que escuchábamos música también. Antes era toda una novedad ir a una tienda de discos y adquirir ese muevo disco de vinilo de larga duración que acababa de salir, para las generaciones posteriores, fue toda una novedad cuando salió el disco compacto y las cintas de audio (casetes). En mis tiempos, era una emoción indescriptible, el descargar archivos en formato mp3. Dependiendo de la velocidad de su conexión a Internet, dicha descarga podría tardar algunos minutos o incluso horas. Lo malo de este sistema era que el almacenamiento del dispositivo de usabas para reproducirlos era algo limitado, de modo que de cuando en cuando, había que hacer limpieza de los archivos, con el fin de poder agregar variedad a la biblioteca musical. Ahora, todo es online streaming, no es necesario formar largas filas o conducir a una tienda, ni sentarte por horas a descargar música. Lo que quieras escuchar, está disponible cuando quieras y donde quieras. Solo necesitas conexión a Internet, y podrás disfrutar de la música que más te gusta, gracias al sin número de compañías que ofrecen servicios de música en línea. 
Algunos de los servicios de música en linea.


Otra cosa que cambió fue la forma en que apreciábamos el cine. Antes, existían estas grandes y majestuosas salas de cine, y al final, si la cinta era lo suficientemente buena, recibía aplausos del público presente. Luego vinieron los servicios de renta de películas, mediante los cuales, podías alquilar la cinta de tu elección (en formato VHS, DVD y luego Blu-ray) y disfrutarlos en la comodidad de tu casa. La opción de retroceder, avanzar o pausar, simplemente magnifico para aquellos que siempre tenían la costumbre de hablar durante la proyección de una cinta en el cine. El único inconveniente era que, si te tardabas más del tiempo estipulado en devolver la película, te cobraban recargos bastante absurdos.


Justo cuando pensábamos que esto no podía cambiar, vinieron los servicios de online streaming, para hacernos la vida aún más fácil. Adiós a los recargos por películas no devueltas, adiós a esperar a que el club de vídeo este abierto. Ahora solo con conexión a Internet, podemos disfrutar de la magia del cine, donde queramos y cuando queramos.

Los libros de antes nos tampoco ni parecidos a los libros de ahora. Las técnicas de escritura y edición han cambiado, algunas para mejor y otras no tanto, sin embargo, tomemos en cuenta que el público que leía libros hace cincuenta años atrás, no es el mismo público que lee libros ahora. Los gustos cambian, la gente cambia, se adapta. Al igual que el cine y la música, la literatura se ha adaptado a las nuevas tecnologías. Ya no es necesario ir a una “aburrida” y “polvorienta” librería o biblioteca, cuando en el Internet tengo un sin número de libros disponibles, y sin preocupación por lo pesados que podrían ser, pues un teléfono inteligente o tableta, es capaz de almacenar entre ocho y ciento veintiocho gigabytes de información.

La forma en que amamos también cambió con el pasar del tiempo. Antes había más romanticismo que ahora. La invitabas al cine o a comer un helado. Pasaban largas horas conversando y si había química entre ambos, al final de la cita, el beso de despedida. Cuando no te sentías lo suficientemente valiente para llamar a su casa y preguntar por ella, que simplemente marcabas y si ella no contestaba, cerrabas y volvías a marcar hasta escuchar su voz (un par de veces hice esto y ahora me siento un tanto ridículo). Ahora solo es necesario mandarle un mensaje de texto y ya está. Se perdió esa magia que se daba al conocer poco a poco a la persona. Quizás por eso, las relaciones no duran tanto como antes, nos apresuramos demasiado sin darnos tiempo para la magia. La poesía y los detalles quedaron a un lado, solo basta con un buen aspecto físico y cierta cantidad de dinero. Con el tiempo, se aprende que la belleza y la juventud se esfuman; mientras que el dinero, si es mal administrado, se acaba pronto.



Una vez hace mucho tiempo, alguien que todos los cambios son buenos, yo sé que solo me lo dijo para hacerme sentir mejor, pues en aquel tiempo pasaba por un momento difícil. Los cambios, buenos o malos, van a pasar, y depende de nosotros el cómo afrontar los mismo. 

lunes, 12 de junio de 2017



Sobre el decreto 130.

Mucho revuelo ha causado en las redes sociales el polémico decreto 130 del 6 de junio de 2017 que hace referencia al intercambio de información entre los municipios, la dirección general de ingresos (DGI) y la ANATI (Autoridad Nacional de administración de tierras).

Se ha dicho que este decreto esconde la intención de re avalúo, lo cual es completamente falso, no obstante, hay una serie de temas que se quedan abierta a la interpretación, de modo que me pareció justo hacer un análisis del mismo, de modo que podamos omitir un juicio objetivo.

Lo que busca este decreto publicado en la Gaceta Oficial 28295-A del 7 de junio del 2017 que establece directrices para la actualización de la información catastral es crear una base de datos entre el Municipio y la ANATI que contenga los permisos de construcción, ocupación, cambios de zonificación y uso de suelo para mantener un registro de los bienes inmuebles que existan dentro de la jurisdicción de dichos Municipios.


Ello permitirá determinar cuando un usuario realice una modificación, ejemplo: Una Mejora, como un anexo o una cerca, si el usuario no la reporta a la ANATI, entonces el decreto otorga la facultad de actualizar de oficio el valor actual con dicha modificación sin autorización del usuario.

También ponen como obligación a los Notarios exigir como requisito para protocolizar una escritura establecer los traspasos, el desglose del valor del traspaso, el valor de terreno y mejoras. No soy abogado, pero tengo entendido, un decreto ejecutivo no puede modificar el código fiscal, esto debe hacerse a través de una ley.

Re avalúo vs actualización catastral.

La actualización catastral de la cual hace referencia en decreto antes mencionado, se refiere al hecho que la DGI suministre información de los contribuyentes a los municipios. En ese sentido, por lo que pude investigar, además de la asesoría que me brindaron algunos abogados, la información fiscal de los contribuyentes es de carácter PRIVADA, de modo que, en efecto, dicho decreto es inconstitucional. Ahora bien, ¿Por qué no se presentó un recurso de inconstitucionalidad ante la corte suprema de justicia? Tal vez porque ir a la calle resulta más atractivo para la politiquería.

El tema del re avalúo es un poco más complejo, le pondré un ejemplo; supóngase que usted tenía unos ahorros por allá por el año 2001 y decidió adquirir un terreno en el área este de la ciudad de Panamá. Este terreno le costó $0.51 centavos el metro cuadrado, total usted pagó $3,825 por 7,500 metros cuadrados. Usted cumple con sus pagos al municipio, además del mantenimiento (cortar el monte, seguridad, etc.…).

Llega el año 2017, como es de conocimiento público, el área este de la ciudad ha tenido un desarrollo notable, más aún con la construcción de la línea 2 del metro de Panamá. Usted aún conserva aquel terreno que le costó $3,825 y dado el hecho que ahora este terreno está en un área “privilegiada” por así decirlo, usted decide ir al ministerio de vivienda y ordenamiento territorial (MIVIOT) y solicita un trámite para cambio de uso de suelo, ya que usted compró ese terreno originalmente para hacer una casa, pero ahora se dio cuenta que es más factible ( lucrativo) construir un edificio de apartamentos con locales comerciales y alquilarlos o venderlos en un precio ridículamente costoso. El trámite para cambio de uso de suelos en el MIVIOT no cuesta nada, se lo aprueban y usted inicia el proyecto de construcción de apartamentos.

Al final del año fiscal, usted es tan cara dura que pretende pagar el impuesto de bien inmueble de dicho terreno en relación al precio original de compra ($3,825) cuando ya ese terreno está valorado en más de $400,000 (cuando ni siquiera se ha empezado el movimiento de tierra para la construcción del edificio), imagínese cuando estará valorada la propiedad cuando el edificio esté terminado.

Ahora, quizás muchos no saben, pero este tipo de construcciones no se puede tomar a la ligera, porque debido a la cantidad de personas que ahora habitaran esta propiedad, es necesario mejorar el sistema de alcantarillado en el área, mejoramiento de aceras, mayor mantenimiento de las vías de acceso; y es labor de las entidades gubernamentales el realizar esta serie de adecuaciones. ¿De dónde va a salir el dinero para hacer todas estas inversiones, si usted solo pretende pagar una miseria de impuesto de bien inmueble, cuando dicha propiedad le va a generar una ganancia bruta de más o menos 10-20 millones de dólares? ¿Si a usted esto le parece justo, entonces usted tiene cero conciencia ciudadana y cero amor hacia su país, pero sobre todas las cosas, cero autoridad moral para criticar aquí político que roba, si usted mismo le roba a su país, y peor aún, le roba al país el dinero que se iba a utilizar en obras de las cuales usted mismo se va a beneficiar.

El dichoso 2%

Como dejé implícito en el párrafo anterior, el tema de la discusión no es el re avalúo de la propiedad, el tema es cuanto hay que pagar de impuesto de impuesto de bien inmueble y en que escenarios. Se habla de un 2% anual, el cual me parece un disparate completo e investigando, es el más alto de todos los países de la región. Para ponerlo en retrospectiva, una barriada promedio tiene unas 400 a 500 casas, cada una de esas casas está valorada en digamos, $90,000 y de eso, usted debe pagar un 2% anual, el cual se traduce en $1,800 al año, lo que da como resultado unos $150 mensuales en impuestos. Si usted multiplica los $1,800 anuales que se deben pagar por 500 casas que tenga la barriada, serian $900,00 que estaría recaudando el municipio solo en esta barriada. Y eso que, en estos cálculos, no tomé en consideración las remodelaciones que usted podría hacerle a la casa, tales como un anexo, segundo nivel, una cerca; los cuales aumentan de valor la propiedad, de modo que el impuesto aumentaría también.

Conclusiones:

1-      Es imperante para este gobierno dejar de hacer cosas “buenas” que parecen malas y viceversa, porque precisamente es allí donde radica la polémica.

2-      Si vamos a pelear algo, que sea con base, y de manera objetiva, de manera que nuestros argumentos sean nuestra mejor arma. No es ir a protestar y subir fotos a redes sociales para generar y/o llamar la atención.

3-      Me parece irresponsable, por parte de ciertos dirigentes políticos, tomar un tema tan delicado como este, para hacer campaña, no es correcto jugar con la confianza del pueblo, y mucho menos con la inteligencia de los votantes.


4-      El decreto debe derogarse. Si es tan importante el intercambio de información entre entidades gubernamentales, debe hacerse mediante los mecanismos legales pertinentes, y, sobre todo, que se detalle cuando es el porcentaje de impuesto de bien inmueble que debe pagarse y que sea cónsono con la realidad actual del país. 

domingo, 2 de abril de 2017

Equilibrio entre familia y desarrollo profesional: ¿es posible alcanzarlo?


E
n estos últimos días he visto una gran cantidad de publicaciones sobre el tema. Mucho se debate sobre qué edad es considerada como “apropiada” para casarse y tener hijos, lo que trae e mi mente una serie de interrogantes.

La misma sociedad ha creado como una especie de check list de cosas que debes hacer para considerarte una “persona de éxito”; tales como graduarte de la escuela, ir a la universidad, estudiar una maestría, un post grado y luego un doctorado, tener un trabajo cuyo salario sea de 4-5 cifras para luego tener tu propio negocio. Luego que has alcanzado todo eso (quizás para entonces tengas entre 35-40 años) entonces viene la familia. Lo preocupante es que ahora anteponemos el éxito profesional y laboral por encima de la familia, no me mal interpreten, no pienso tampoco que sea correcto tener 21 o 22 años con tres o cuatro hijos, pues eso va en contra de la planificación familiar, además de ser un acto de irresponsabilidad. Solo pienso que cada persona debe ser libre de decidir en qué momento desea tener una familia y que se logre ese equilibrio entre la familia y trabajo. Si el trabajo en exceso es malo, créame que la familia en exceso esta también por la misma línea.

Muy joven, muy malo.

Hace algún tiempo atrás aborde un taxi pues me dirigía a realizar algunas diligencias. El taxista me comentaba que tenía 43 años y se sentía tranquilo, pues sus dos hijos ya eran mayores, una acababa de terminar la universidad y tenía empleo, mientras el otro estaba por terminar la universidad. Decía que el haber tenido sus hijos a tan temprana edad fue terrible, pues no pudo experimentar muchas de las cosas que los jóvenes hacen, precisamente por tener que trabajar y luego llegar a casa a cuidar a sus hijos, cambiar pañales y demás. En pocas palabras, sus familiares y amigos le decían que había tirado su juventud al caño por haber tenido hijos. No obstante, con una mirada diferente, dice que no se arrepiente, pues se siente aun joven y con mucho por vivir. Le da pena ver amigos de su misma edad llevando hijos a la escuela y ya sin fuerzas para correr o jugar con el niño en el parque.

Muy viejo, muy malo.

Conversando con una amiga, me comentaba que su tía acababa de tener un bebe. Esta amiga está casi llegando a los 30, así que podrán imaginarse que edad ha de tener su tía. La señora se enfocó por más de veinticinco años en su carrera profesional, y pasados ya los cuarenta, sintió que era el momento perfecto para tener una familia. Lamentablemente su cuerpo ya no era el mismo de hace años y su médico le dijo que era posible quedar embarazada a esta edad. Fue un duro golpe para ella, y sobre todo para su esposo, pues muchas de sus discusiones se debían al hecho que él deseaba tener hijos, mas ella siempre lo postergaba. Ahora que era el “momento ideal” para ella, ya no era posible. Afortunadamente la ciencia está muy avanzada y utilizaron el vientre de otra mujer, para poder tener él bebe.

Ninguno, también muy malo.

Conozco personas que pasan de los treinta y cinco años, que simplemente decidieron decirlo no al hecho de tener hijos. Dicen que la vida es chévere sin tantas ataduras ni responsabilidades. Estos son los más criticados, pues en algunos casos, sus círculos de amistades tienes hijos y estos llamados “amigos” sienten que no eres una persona “realizada” por el hecho de nunca haber tenido hijos. Ah y luego viene los padres, primos, hermanos y el resto de la parentela preguntando ¿y para cuando el baby? Porque así son de imprudentes.


Al final del camino, es tu propia decisión, lo que dictamine la sociedad no debe ser precisamente lo que debas hacer. Yo siento que uno debe hacer cosas que lo llenen a uno de satisfacción y logro. Que, al levantarte cada día, sientas que tu vida tiene un sentido, y no que simplemente estas vivo para completar un check list impuesto por el sistema y después morir. Valora cada cosa que la vida te da, sea algo grande o insignificante. Todo llega al tiempo adecuado para ti, quizás tu tiempo de ir a la universidad no sea el mismo tiempo que el de tus amigos, quizás el tiempo de tener hijos no sea igual al de tu vecino. 

viernes, 24 de febrero de 2017

Nuestro papel frente a la corrupción que nos aqueja.


Corrupción, corrupción y más corrupción, ¡oh corrupción! No eres más que la meretriz de aquellos políticos que en un momento juraron servir a su pueblo, ¿Qué tan buena amante has de ser que todos caen rendidos a tus pies? ¿Qué has de tener que todos mueren por llegar hasta tu lecho?


Yo a veces me pregunto si aquel funcionario corrupto delinque por puro placer o por verdadera necesidad. Podría yo entender, mas no justificar, de alguien que gana quinientos dólares mensuales, y tiene a su cargo, tres chiquillos en edades escolares, préstamo hipotecario, préstamo de auto, financiera, y demás; pero los casos más sonados son de funcionarios de alto rango. Hombres y mujeres con salarios por encima de los tres mil quinientos dólares mensuales, ¿de qué estamos hablando? Que justicia podemos decir que nuestro ministerio público está administrando, cuando nuestra “honorable y respetada” asamblea nacional aprueba leyes para favorecer a aquellos corruptos. Es triste ver cuando tu propio sistema de justicia, en lugar de salvaguardar los bienes del Estado, solo busca salvaguardar intereses políticos y económicos. Lo que pasa es que aquellas “donaciones” de campaña, no eran mas que una inversión. Una inversión a corto y mediano plazo.

Nuestra América latina revuelta por el escándalo Odebrecht, ya los sacaron del Perú y en Colombia se están tomando acciones legales también para investigar. Aclaro que de Colombia no me sorprende nada, si vemos que muchos que formaron parte del gabinete del presidente Uribe, terminaron tras las rejas. En Brasil (país de origen de la empresa) vimos como su presidente termino encarcelado.
El resto de los países nos dan catedra en administración de justicia, nos estamos quedando atrás. No puede ser posible que con diligencia pudimos encarcelar al presidente de la corte suprema de justicia en el 2015.  ¿Por qué ahora no podemos impartir justicia contra una empresa privada y que para colmo es de capital extranjero? Es allí donde nos queda ese sabor en la boca a justicia selectiva. Era imperante sacar a Moncada Luna de la corte para poner a otra persona que fuese más “manejable”.

En la medida que exista una real separación entre los poderes del Estado, ser percibirá mejor que existe una verdadera justicia equitativa. Muchos de los problemas que afrontamos hoy día, son precisamente por el hecho que aquellos involucrados en actos de corrupción, son aquellos que sirvieron de “donantes” de campaña. Como analista político, puedo decir con propiedad que ese sistema populista es tanto o peor que el sistema socialista que vemos allá en ciertos países de Sudamérica. Cuando se es presidente de una nación, es importante dejar de actuar como un político en campaña y empezar a actuar como un estadista. Recordemos que la vida nos da solo ciertas oportunidades de pasar a la historia, son precisamente en momentos clave de la historia, donde podemos decidir si queremos pasar sin pena ni gloria, o hacer la diferencia.

Yo quisiera solamente dedicarme a escribir sobre el amor, sobre las personas, sobre la felicidad, sobre la familia y demás cosas que nos llenan como seres humanos, no obstante, como ciudadanos que somos; con voz y voto, es nuestro deber, y mas que un deber, UN DERECHO, el ser fiscalizadores de aquellos que nos gobiernan. Debemos ser parte activa en las decisiones que se tomen. Cuando el pueblo se desconecta de lo que pasa en su país; enfocado simplemente en trabajar, comer, dormir y esperar el fin de semana para ir al interior del país o tomar algunas cervezas con los vecinos o amigos; toman el control esos políticos corruptos y hacen toda clase de desmanes.



Dicen que cada país tiene el gobierno que se merece, entonces debemos ponernos a trabajar porque obviamente algo debemos estar haciendo mal, menos teoría  y más acción

viernes, 17 de febrero de 2017

¿Cómo saber que vives bajo una dictadura?



De un criollo a un conocido, que no hay peor ciego que el que no quiera ver, pues aquel que se miente a sí mismo, desarrolla la labia, para mentirle a otros, incluso aquellos que se jactan de gran sapiencia.

En una conversación profunda con su mulata, de esas conversaciones que el vulgo considera aburridas, y la gente “culta” las tilda de bizantinas, ella le pregunta ¿cómo sabes que vivimos bajo una dictadura?, - ¡oh! Amor mío, es muy simple- responde. Cuando te das cuenta que el gobierno te dice que puedes comer y que no; cuando el gobierno te dice que tipo de música puedes escuchar y cual no; cuando el gobierno decide que canales de televisión puedes ver y cuales no; cuando el gobierno te dice que libros puedes leer y cuales no; cuando el gobierno decide que puedes estudiar y que no; cuando el gobierno te dice si puedes o no salir de tu país; cuando el gobierno te dice a qué lugares dentro de tu ciudad puedes ir y a cuales no; ciertamente vives oprimida bajo una dictadura. Naturalmente ella se entristeció un poco al darse cuenta cuan crueles eran las palabras de su amado. Crueles, pero ciertas.  Quien te ama de verdad, no te miente. Basado en esa lógica, podemos decir con propiedad, que el criollo ama a su mulata.

Lo triste es que como cada cuatro/cinco/seis/siete años (dependiendo de qué país hablemos) ejerces tu llamado “derecho” al voto, sientes que vives en democracia. La democracia va mucho más allá de un mero trámite, ¿Dónde queda aquel ciudadano fiscalizador de la cosa pública? Aquel que participa activamente en las decisiones trascendentales, su voz solo cuenta para las redes sociales y para firmar peticiones en change.org, típico pensamiento de generación Y ( también conocido como millenials), solo se queja detrás de las redes sociales, se siente machito detrás de un ordenador, pero a la hora de salir a las calles y hacer la verdadera revolución, allá se queda calladito, pues alega que su gobierno tiene un ejército y estamentos de seguridad muy poderosos, y se siente indefenso ante ellos. Cabe resaltar que aquel ejercito a cuál el teme, cumple su función a carta cabal, la intimidación hacia un pueblo que solo busca ejercer su derecho inalienable a vivir en paz.

¿Qué es la paz? Según el gobierno dictatorial, es cuando nadie se queja por alguna mala decisión del gobierno; y todos viven en aparente “armonía”, con el salario que el gobierno decidió que debes tener, sin importar cuales sean tus competencias académicas o profesionales, jamás podrás aspirar a mas, pues si lo haces, no eres más que un burgués, que cree que el mundo gira en torno a si mismo. Recordemos que el gobierno es manejado por hombres (hombre en términos de especie y no de género, no sea que las grandes defensoras de los derechos de la mujer se den por aludidas), como tal, el hombre no es perfecto, es perfectible. Siempre habrá de basarse en ensayo y error. Dicen que es de humanos errar, mas es de sabios enmendar aquellos errores cometidos. En ese sentido, si el gobierno en cuestión se autodenomina “perfecto”, ¿Cómo ha de ser perfecto un gobierno que está regido por seres imperfectos?


Ese mismo criollo me pide opinión sobre el tema, ¿Qué puede hacer si el gobierno de su país es incapaz de brindarle las garantías individuales? Ese mismo gobierno que avasalla sus derechos humanos, cuya inseguridad se ha vuelto cosa del diario vivir. Me rio frente a él, no de la situación actual de su país o de su mediocre gobierno elegido “democráticamente”, sino del sarcasmo en sus palabras, cual sarcasmo que muchos no fueron capaces de descifrar. No podríamos culparlos, pues dicen que el sarcasmo es el tipo de humor de la gente “inteligente”. Le pagué con la misma moneda, y le dije: vente acá a Panamá y contribuye al “turismo”.