Desde finales del año pasado que culmine de escribir mi libro
de historias cortas “A Quien Ama Las Emociones”, algunas personas me comentaron
que les pareció un tanto profundo la dedicatoria, muchos esperan siempre la clásica
dedicatoria del tipo “para mi mama, mi perro, mi familia, bla bla bla”. De
veras que me hubiese gustado hacerlo, y de hecho lo hice en el borrador
original, pero cuando el título del libro fue cambiado, la dedicatoria sufrió también
varios ajustes.
Agradecerle a las personas que estuvieron conmigo durante ese
periodo de mi vida (Septiembre 2013 – Mayo 2014) está un poco sobre valorado, de
modo que mejor es agradecerle a las personas que me desearon y que todavía me
desean mal, aquellas que con sus comentarios ofensivos trataron de herir mis
sentimientos y avasallar mis ideas, aquellos que me hicieron sentir cual poca
cosa, son a esas personas a las que quiero agradecer y a las que en verdad debería
dedicarles ese libro. Me hicieron comprender muchas cosas que hasta entonces,
yo no entendía, la naturaleza despreciable del ser humano, sobre todo de como
la ignorancia y la barbarie se apodera no nosotros en algún momento dado.
A quien busca defectos en lugar de virtudes, para el ser
humano siempre es fácil criticar y/o hablar mal de otras personas, no obstante
es difícil hacer una crítica de nosotros mismos. Aquellos que en verdad me conocen,
saben que no tengo reparos en burlarme de mi mismo. A quien prefiere amar en
lugar de odiar, eso se explica por sí solo. Y lo de hallar placer y satisfacción
en la melancolía y la depresión del modo que yo lo hice, eso lo explica el párrafo
anterior (para los que piensen que sentarse frente a un ordenador y empezar a
escribir es cosa de escuela primaria, les digo que están muy alejados de la realidad).
Una breve sinopsis sobre mi manera de pensar:
La gente piensa que por ser cristiano-católico de extrema
derecha, eso te convierte en fascista. Si bien es cierto, no soy partidario del
homosexualismo, el comunismo, el ateísmo, el anarquismo, LOS SOCIAL-DEMOCRATAS etc...
Pero existe algo que va mucho más allá de mis creencias políticas o
socioculturales, y son LOS DERECHOS HUMANOS. Resulta que la declaración universal
de los derechos del hombre y del ciudadano establecen principios básicos, como
la libertad de culto, la libertad de expresión, entre otros, si y solo si en el
ejercicio de estos derechos, no se ven socavados los derechos de otro
individuo. De modo que si en algún momento, alguno de los derechos humanos de
alguien, son violentados, dejare a un lado mis ideologías “fascistas” y lucharé
por las garantías de los derechos humanos. Al final del día, todos somos
humanos, una sola raza, y son más las semejanzas que nos unen que las
diferencias que nos separan.