Carmen Sofía, una abnegada
trabajadora en su empresa, jamás llega tarde, siempre dispuesta a lo que sea
que su jefe le pida (en el buen sentido claro). Después de casi 15 años de
trabajo y un expediente intachable; es llamada al departamento de recursos
humanos para una reunión. En dicha
reunión, la jefa de recursos humanos la felicita por todos sus años de
servicio, no obstante, debido a ciertos cambios organizacionales en la empresa,
su puesto ya no es requerido. Carmen Sofía no puede evitar las lágrimas que
brotan de sus ojos, tantos años de esfuerzo y sacrificio, descuido a sus hijos,
su esposo, su hogar. La jefa le dice que no se preocupe por sus prestaciones,
le pagaran todo su dinero y además le darán una carta de referencia.
Ella está muy preparada
académicamente y con las referencias que le darán, no tendrá problemas en
conseguir otro trabajo, más el dinero que le darán, podrá realizar algunos
proyectos personales que desde hace mucho tenía en mente. ¿Quién le devuelve el
tiempo que Carmen Sofía invirtió en esa empresa?, los viajes familiares, el
tiempo con sus hijos, el tiempo que pudo haber pasado con su esposo. Gano
experiencia durante su estadía en ese trabajo, es cierto; pero esa experiencia
de que le sirve, cuando los mejores años de su vida ya han pasado.
Anel tiene una relación de casi 8
años con su novia, él la ha ayudado mucho, tanto moral y emocional como económicamente.
El la ayudo a pagar sus estudios e incluso a pagar cosas importantes cuando a
ella el dinero no le alcanzaba. Él no es rico, pero hacia el sacrificio por el
amor de su vida, nadie se lo pidió, y tampoco esperaba nada a cambio. Se
endeudo mucho, tenía dos trabajos para poder pagar sus gastos personas y encima
ayudar a su novia. Cuando pensó que todo estaba listo para casarse y formar un
hogar, ella le dice que la relación no funciona, “no eres tú, soy yo” – le dice,
Anel toma las cosas con calma, y decide alejarse de aquella que pensó, era el
amor de su vida. Anel no le interesa el dinero que gasto, sabe que el dinero va
y viene, el piensa en todo el tiempo que invirtió en esa relación. Desde el
principio él sabía que eso no tenía futuro, pero le dio largas al asunto, se ilusiono,
y sufrió las tristes consecuencias. El dolor embarga su ya atribulado ser, al enterarse
que su antigua novia se acaba de casar con un tipo que conoció hace apenas 4
meses después de haber terminado con él. ¿Y los 8 años de vida que Anel perdió a
lado de alguien que no lo quería, nunca lo quiso y que jamás lo querrá?, gano
experiencia, es cierto, pero, ¿de qué le servirá esa experiencia ahora?, muy
probablemente para vivir con el trauma que todas las mujeres serán como su
antigua novia y aunque quizás el encuentre el amor de su vida, lo más probable
es que el miedo se apodere de él y le impida disfrutar la felicidad; ellas (
las mujeres que Anel conocerá ) no tienen la culpa de lo que el sufrió, pero es
muy probable que terminen pagando por lo que su novia le hizo. El caso de Anel
en mujeres es bastante común, una chica se ilusiona con un chico, tienen un
noviazgo súper larguísimo y luego el hombre no resulta ser el “príncipe azul”.
La chica se desilusiona, siente que perdió el tiempo. Ahora el próximo chico
que esa chica conozca, terminara pagando por el sufrimiento que aquel desalmado
hombre le hizo, ¿es justo?, claro que no, pero la vida no siempre es justa.
Tanto Carmen Sofía como Anel, son
dos ejemplos de lo importante y valioso que es el tiempo. Siempre escucho la
frase “recuperar el tiempo perdido” o la clásica “no perdiste el tiempo,
ganaste experiencia”. El tiempo que se va no vuelve, y la experiencia si bien
es muy importante, no siempre estamos obligados a “tener” o a “conocer” todas
las experiencias.
Quizás si Carmen Sofía no hubiese
estado tan sumergida en su trabajo, hoy día no tendría problemas con su esposo
y con sus hijos, y quizás si Anel no se hubiese entregado en cuerpo y alma a su
novia, hoy no atravesaría por el dolor de un desamor.
Carmen Sofía es muy perfeccionista,
aun si tuviera la oportunidad de devolver el tiempo, haría todo exactamente
igual o incluso con se dedicaría a su trabajo con mayor intensidad. En tanto,
Anel, sería el mismo chico dulce y encantador, que escribe poemas hasta altas
horas de la noche y que llama a estaciones de radio para dedicarle una canción a
su novia, ese que regala chocolates, flores y osos de peluche.
Hay que vivir un día a la vez,
por más perfeccionistas en el trabajo que queramos ser, por muy románticos,
aunque amemos con locura, el tiempo que se va no vuelve, por eso hay que aprovecharlo
al máximo, disfrutar de las cosas simples, como decir un “te quiero” o un
simple “buenos días”, o mirar hacia el firmamento y ver las estrellas, sentir
la brisa que corre, pasar tiempo con amigos, conversar…
Ahora, en base a las experiencias
de mi vida y recordando el tiempo que perdí mientras me hacia el estúpido; yo
solo pido tiempo para soñar, tiempo para compartir, tiempo para ser mejor
persona, tiempo para amar…
Excelente texto. Es por eso que mi lema personal es "El que te valora; valora tu tiempo.."
ResponderEliminarCorrige donde dice "tena" en vez de "tenía" en el párrafo que reza; - Se endeudo mucho, tena dos trabajos para poder pagar -
Saludos.
Muchas gracias por el comentario. La corrección fue realizada."Equivocarse es de humanos, mas corregir es de sabios". Saludos coordiales.
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