A más de un mes del primer caso
registrado de este virus en nuestro país, hemos notado en cada conferencia de
prensa como las cifras de personas infectadas va en aumento al igual que la de
fallecidos, mientras las medidas se fueron haciendo más y más estrictas con el
pasar de las semanas, hasta llegar a la cuarentena total, y las salidas a
comprar alimentos en horas según el último número de tu cedula o pasaporte, y
en días específicos según tu sexo ( este es otro tema polémico, que preferí dejar
para otra ocasión ). La pregunta clave seria ¿han funcionado todas estas
medidas? Basado en las cifras y en las proyecciones que nos mostro en MINSA
sobre qué hubiese pasado si Panamá no hubiese hecho absolutamente nada (+9000
mil casos) si lo comparamos con las cifras reales (+3400 casos) se puede decir
que cumplió con su objetivo. Personalmente creo que habrá que esperar un par de
días mas para ver resultados concretos. De modo que, si usted es de esas
personas, a las que el encierro le esta desquiciando, tenga paciencia, y tómelo
con calma, porque quizás esto vaya para largo.
Y si esto va para largo, ¿Cómo queda
el comercio local? ¿los empleos? ¿Los compromisos adquiridos por esas personas,
que ahora no están devengando un salario? En respuesta a eso, la asamblea
nacional de diputados aprobó en días pasados, el polémico proyecto de ley 287,
que establece una moratoria de 90 días (retroactivo) a todos aquellos que
posean tarjetas de crédito, préstamos personales, comerciales e hipotecarios (ya
sea por pago voluntario o descuento directo), así como prestamos de auto, agropecuario
y prendario, alquileres y se complemente con otra ley aprobada para moratoria
de servicios públicos.
Asamblea Nacional de Panamá |
Tomaremos como base el ejemplo de
El Salvador, un país que no tiene el PIB que tiene Panamá, ni el presupuesto ni
el sistema de Salud, y su presidente consiguió una moratoria de compromisos
bancarios y servicios públicos. Esto es solidaridad hacia aquellos que, en
definitiva, no pueden pagar porque tienen que comprar alimentos, pero ¿son realmente
todas las personas en Panamá las que no pueden pagar sus compromisos? Estuve
investigando por varios días sobre esto y conversando con expertos en finanzas,
y la verdad es que no existe una cifra real de cuantas personas en verdad, no están
en la posición de hacerle frente a sus compromisos financieros.
Quizás mucha gente no lo sepa,
pese a que es un estándar internacional este negocio de los bancos, funciona de
la siguiente manera: por cada dólar que el banco otorga (mediante tarjeta de crédito
o préstamo de cualquier índole), utiliza $0.90 del dinero de los ahorristas (cuenta
habiente) y tan solo $0.10 de su capital. Imagines que tan solo por un mes, el
sistema bancario dejase de percibir el pago de compromisos, simplemente esos
ahorristas no tendrían manera de como obtener su dinero en efectivo si así lo
quisieran, la pregunta es, ¿Por qué? Simple, a diferencia del El Salvador, Panamá
no tiene un banco central de respaldo, que sea capaz de imprimir papel moneda
para poder inyectar flujo de caja a la economía (recordemos que utilizamos el dólar
de Estados Unidos). ¿Cómo entonces el país seguirá funcionando sin el
movimiento de dinero que trae consigo el pago mensual de deudas a los bancos?
Muy probablemente algunos dirán, es que tu estas a favor de los bancos y las
financieras, la verdad estoy a favor que la economía se siga moviendo, y
deteniendo el flujo de caja, no veo como, sumado al hecho que los centros
comerciales están cerrados, las tiendas e incluso algunos restaurantes. Esto
entonces, en el escenario más pesimista, traerá consigo una serie de medidas económicas
estrictas, como un limite de dinero en efectivo que podrás retirar de tu cuenta
bancaria, o incluso la escasez de papel moneda y un posible colapso del sistema
bancario.
Creo que ya ven entonces por que
el presidente aun no sanciona el proyecto de ley. ¿Sera que tal vez el remedio
resulta peor que la enfermedad? Saque usted sus propias conclusiones.
En general, pienso que la intensión
de la ley es buena, sin embargo, debe regularse específicamente, quienes se acogerán
a dicha moratoria, y poder validar concretamente, el numero exacto de personas
que verdaderamente tienen su contrato de trabajo suspendido y no pueden pagar,
con el objetivo de evitar así la astucia de algunas personas, de evitar el
correspondiente pago de sus obligaciones, cuando están devengando igual o mayores
ingresos que antes de la pandemia.
Seamos solidarios y si esta
dentro de nuestras posibilidades, el pagar a tiempo nuestros compromisos, hagámoslo,
y si esta en nuestra posibilidad, ayudar a alguien que quizás no tenga la
posibilidad siquiera de comprar alimentos, démosle la mano. En los momentos de
crisis, es donde verdaderamente ser ve el nacionalismo y el apoyo al prójimo.