lunes, 14 de julio de 2014

El gran valor de apreciar lo que tienes y no añorar aquello que no tienes.



Por: Jorge Morales – Franceschi

Aquel o aquella, que siempre estuvo a mi lado, yo jamás le olvido, a pesar de los pocos o muchos años que puede estar de muerto, esa persona, por cuanto fue importante y trascendental en mi vida, no la olvido. Y eso viene al hecho siguiente; con gran preocupación veo redes sociales invadidas por completo, con frases, imágenes, viñetas y demás en alusión a dos grandes hombres celebres de la cultura hispanoamericana, uno de ellos crecí escuchando su música, y el otro, muchos de sus escritos me inspiraron a tomar una pluma  y un papel y empezar a escribir sobre lo primero que se me vino a la mente, de esto ya hace unos diez años o más. Les hablo del maestro Cheo Feliciano y el gran escritor, laureado con el premio nobel de literatura, el señor Gabriel Gracia Márquez.

 

García Márquez. Trending en las redes sociales. #GarciaMarquez

 

Mi preocupación viene de lo siguiente, García Márquez fue uno de los escritores más grandes del siglo XX y se mantuvo vigente durante gran parte del nuevo milenio ( con su novela corta “memorias de mis putas tristes” publicada en el año 2004 ), ahora con su fallecimiento, se ha vuelto el “trending topic” en diversas redes sociales, ahora resulta que todos son súper fanáticos de García Márquez, me resulta hilarante el ver personas que conozco, que jamás en su miserable, seca y retorcida vida habían siquiera tocado algún libro de García Márquez, hoy día opinan como grandes críticos de literatura, ¡por favor! Seamos serios y respetuosos con la memoria de un gran maestro, caballero ilustre,  hombre que demostró gran preocupación por su país y por muchas cosas que pasaba tanto en Latinoamérica, simplemente no hay adjetivos suficientes para denotar la gran figura y lo que represento para las letras hispanoamericanas.

A través de historias como “el coronel no tiene quien le escriba”, “crónica de una muerte anunciada”, “amor en los tiempos del cólera” y por supuesto una de sus obras más representativas “cien años de soledad”, por mencionar solo algunas, este señor nos puso a soñar, a trabajar la mente, las formas y matices de los personajes y situaciones, es simplemente sublime. Ya lo había dicho en otro texto, escritores buenos hay muchos, mas aquel que con tan solo cinco líneas, es capaz de hacerte reír, llorar o incluso ambas emociones, ese es un escritor excelente, ese fue el gran Gabriel García Márquez.

En lo personal; recientemente tuve la oportunidad de leer dos de sus más recientes trabajos “vivir para contarla”  y “yo no vengo a decir un discurso. Me causa mucha gracia, pues en este último trabajo, se alude que al recibir el premio Rómulo Gallegos, en 1972, por su obra Cien años de soledad, afirma que aceptó hacer dos de las cosas que se había prometido: «no hacer jamás: recibir un premio y decir un discurso». Nos muestra el cierto grado de incomodidad o tal vez apatía que sentía el escritor al montarse en un estrado y decir un discurso.

“vivir para contarla” es una novela autobiográfica; nos cuenta los años de juventud  del autor, en un periodo comprendido entre 1927 y 1950.

 

Yo no soy un ángel, y con el corazón cantando, allá le vemos al gran Juan albañil en coloquio con la amada mía, visitando los entierros de mi gente pobre, sencilla, flor de papel, y mucho amor de verdad. #cheo#sentimientotu

Mi madre es una gran fanática de la salsa, crecí escuchando música de la Fania All Stars, artistas como Ángel Canales, Héctor Lavoe, Willie Colon, Rubén Blades, Ismael Miranda, entre otros; sin embargo, hubo uno que con su carisma y donaire, siempre llamo mi atención, por un estilo de canto tan particular, ese sentimiento que le impregnaba a las canciones, esa gran destreza tanto para el género salsa; como en lo boleros; oriundo de Ponce, Puerto Rico, el señor José Cheo Feliciano.

Es un artista que pese a los años y el haber fallecido, jamás pasara de moda, sus discos navideños son siempre bien acogidos por personas de diversas edades, y por supuesto los temas clásicos como “Anacaona”, “el ratón”, “Juan Albañil”, “Salí porque Salí” y desde luego, una canción que con su sola melodía enamora a muchos, “amada mía”.

Recuerdo que estaba en mi puesto de trabajo y una compañera se acerca y me dice – ¿sabes que murió Cheo Feliciano en un accidente en la madrugada?, simplemente no lo podía creer y automáticamente comienzo diversas búsquedas en internet, y doy con la fatídica noticia, nuestro Cheo (digo nuestro, pues no solo fue Puertorriqueño, sino del mundo entero), efectivamente había fallecido. Sorpresa, asombro y tristeza, una gran persona, un excelente ser humano, casualmente el día anterior había estado escuchando música de él,  incluyendo aquel último disco que saco al mercado en conjunto con Rubén Blades, jamás pensé que esa sería una de sus últimas grabaciones.

El pueblo llora desconsoladamente a un gran artista que fallece de manera trágica, pero la pregunta es ¿fuimos lo suficiente agradecidos con el por tantos años de música brindada?, ¿le dimos valor a ese gran hombre cuando lo tuvimos entre nosotros?

 

En la vida hay cantantes y escritores que son inolvidables, y el que se fue, tal vez si nos haga falta después de todo.

 

Tomo como referencia estas líneas del inolvidable cantante Tito Rodríguez, y las modifico un poco, pues son las que más expresan lo que mi corazón siente en este momento; al escribirles estas líneas sobre dos grandes que han fallecido, y es donde no puedo concebir como muchas personas esperaron a perder a estos dos hombres, para comenzar a rendirle homenajes, después de muerto ya no tiene caso, ahora mucha gente sueña con volver a ver cantando al gran Cheo o con ir a la librería más cercana y comprar la novela mas reciente de García Márquez, ya eso no va a pasar, ya se nos fueron, el momento de apreciarlos y rendirles tributo ya paso.

Ahora solo nos queda recordar con ferviente devoción a estos dos hombres, iconos de la cultura en Hispanoamérica.

Cheo y Gabo, se que hablo por muchos al decir, vivirán por siempre en nuestro corazones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por sus comentarios.