Con gran
asombro yo veo, lo noticieros ahora, en Guatemala el presidente es acusado de
actos de corrupción, en Brasil el pueblo clama un alto al gobierno elegido democráticamente
y pide a los militares tomar el control del país, tal cual lo hicieron en 1964;
mientras que en mi querido Panamá, el magistrado presidente de la corte suprema
de justicia ya fue enjuiciado y puesto tras las rejas, acusado de una serie de
delitos muy graves, mientras se investigan una serie de irregularidades del
pasado gobierno de Ricardo Martinelli, figuras importantes de su gobierno son
investigados e inclusive algunos están en detención preventiva mientras a otros
se les ha favorecido con medidas cautelares de país por cárcel o casa por cárcel.
Inclusive un ex vicepresidente de la república, como es el caso de Felipe
Virzi, está siendo investigado. En lo personal, si a mí me hubiesen dicho hace
10 años atrás que llegaría el día en que vería a un magistrado de la corte
suprema de justicia enjuiciado, seguramente me hubiese reído, cual disparate
que sonaba, o que un hombre importante y poderoso como lo es Felipe Virzi,
seria puesto a órdenes del ministerio público, tampoco lo hubiese creído.
En ese
sentido, es un cambio positivo no solo para Panamá, sino para toda América
latina, se está haciendo historia, quizás muchas de las investigaciones no
terminen en nada, pero al menos es un avance significativo, pues antes nuestros
gobernantes tomaban provecho se la cosa pública para lucrar, subía otro
gobierno y nada se investigaba, seguía el mismo circulo vicioso.
¿Será que el
órgano judicial ahora si cumple con su labor? O tal vez ¿será un pase de
factura por algún problema personal? Cualquiera que sea la respuesta, al menos
podemos decir que vamos por buen camino. La problemática surgirá en caso tal
que en el gobierno actual se encuentren irregularidades, el próximo gobierno
comenzará la persecución. Con mucha fe espero que los actuales tomen nota de lo
ocurrido y sepan lo que no deben hacer. Para evitar verse en una situación bochornosa,
tanto para ellos como personas, como para sus familiares y amigos.
La sociedad está
evolucionando y nuestros países de Latinoamérica parecen salir del sub
desarrollo, podría darse una gran revolución, un pueblo que sale del letargo en
que vivía, y se da cuenta de todos los desmanes que hacen los gobernantes,
exigen justicia. En Guatemala la gente salió a las calles a protestar, en
Brasil hay marchas multitudinarias.
Es un deber
de todos, como ciudadanos, acatar las normas, pues como bien lo dice la constitución
panameña “no habrá fueros ni privilegios”, no obstante, cuando la ley es
injusta, también es deber de todos los ciudadanos, levantarse y exigir leyes
que beneficien a todos.