Por: Jorge Morales-Franceschi
En días pasados, fui a un
supermercado de la localidad, con el objetivo de adquirir algunos productos de
uso común en el hogar. Me llamo poderosamente la atención la rebaja en ciertos
productos de la canasta básica, productos que están incluidos en la reciente
política implementada por el gobierno, llamada “control de precios”. Hay
productos como el pan, el arroz, algunas carnes, entre otros…
La iniciativa en papel parece
buena, debido al aumento descontrolado que ha habido en los últimos dos años,
sin embargo, pude también percibir que otros productos, también de primera
necesidad; mas no incluidos en el control de precio, han sufrido un aumento
descomunal, ejemplo de ello es el jabón para lavar la ropa, algunos
desinfectantes, el papel higiénico y algunos otros. Naturalmente, no es
necesario ser economista para saber que este aumento se debe al hecho que
muchos comerciantes no desean ver afectado su margen de ganancia ante este
control de precios. Ejemplo, si yo soy comerciante y el gobierno me obliga a
bajar el precio del pollo a $1.18 por libra, está bien, no hay problema; le
aumento a las sodas, los cigarrillos, los productos de higiene personal, y así
mi margen de ganancia no se ve afectado. Esto por poner un ejemplo.
Otro tema fue el aumento de
salarios que se dio en el gobierno anterior, es obvio que ese aumento de
salarios lo terminamos pagando nosotros los consumidores, pues imagínense esto;
vas a un supermercado que tiene muchos empleados, ofrece productos a bajos
precios, eres cliente de allí, se implemente una ley de aumento de salarios,
que dicho sea de paso no les toco a todos, pues no fue un aumento general de salarios.
El empresario nuevamente, al ver su margen de ganancia en peligro, decide
aumentar los costos de sus productos o servicios brindados, en consecuencia, se
da un aumento en el alto costo de la vida. No me mal entienda, esto no
significa que yo esté en contra del control de precios o del aumento de
salarios que se hizo, solo digo que fue era necesario un análisis profundo
sobre esos proyectos, la factibilidad a corto, mediano y largo plazo.
Es importante también que los
panameños de clase media; la clase trabajadora (los más golpeados por el
aumento del costo de la vida) tomen conciencia al respecto y se elabore un
presupuesto familiar, y sobre todas las cosas, crear el hábito del ahorro.
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