Por: Jorge Morales-Franceschi
Nunca había escrito nada sobre el
amor, al menos no en este blog. Navegando por internet, veo antas publicaciones
acerca del amor. Me puse a pensar, ¿Cuántas veces somos capaz de enamorarnos?
La verdad somos capaces de enamorarnos un sinnúmero de veces, no obstante, el
amor verdadero solo es uno. Cuando uno empieza una relación con alguien, las
personas siempre te preguntan ¿Qué le viste a esa persona? ¿Por qué te
enamoraste de ella?, preguntas que tienes como clásica respuesta “es una buena
persona, me gusta cómo me trata, tiene buenos sentimientos, etc…”. No siempre
es así, hay ocasiones en que nos enamoramos tan profundamente, que no
encontramos razón lógica a tal sentimiento, y es que el ser humano necesita
buscarle un sentido a todo, incluyendo al amor. El amor no tiene sentido, es
posible enamorarse de alguien que te tiene malos sentimientos, te trata mal,
que no te aprecia, y aun así sigues fervientemente enamorado. Y aunque la lógica
te dice que te alejes, sigues allí. Por otro lado, es posible que estas con
alguien que te trata muy bien, te hace sentir especial, que solo vive y dedica
su vida por ti, y no te enamoras. Así de complejo y extraño es el amor. No
importa si pasan años o tan solo un par de meses, cuando el amor llega, se
queda estampado en lo más profundo del corazón, aunque no funcione y cada uno
siga por caminos diferentes; cuando el amor es verdadero, se recuerda con
nostalgia, sin importar el tiempo y la distancia.
No es posible sentir odio o
rencor hacia alguien que alguna vez le profesaste amor con locura, entonces eso
jamás fue amor, fue solo una ilusión, el amor verdadero no debería convertirse
en odio, sin importar las circunstancias. Puede traer tristeza y decepción,
cuando aquella persona que amamos nos traiciona o cuando aquella magia que creíamos,
era amor, se acaba.
Escucho a tanta gente pedirle a
Dios porque esa persona que aman les corresponda, y no está mal, pues si se ama
de verdad, se lucha por quien uno quiere, solo si vale la pena; de otro modo,
mejor pedirle a Dios la oportunidad de conocer a alguien que si te amé y te
valore por quien eres y no por lo que tienes.
Siempre escucho un refrán que
dice “quien bien te quiere; te hará sufrir”, yo no creo en eso, más bien pienso
que quien bien te quiere haría todo lo posible por evitarte lágrimas y
sufrimientos. Si esa persona amada es incapaz de ahorrarte ni siquiera una
lagrima, entonces no es la persona idónea para amar.